sábado, 5 de enero de 2008

VIVO PARA ALGUN FIN

Los médicos no caben en su asombro: Alcides Moreno, un inmigrante de 37 años que trabaja en Nueva York, cayó de un andamio colgado a 150 metros de altura, y sobrevivió.
Moreno se precipitó al vacío hace un mes junto con su hermano menor, luego de que cediera la plataforma donde se montaban para limpiar los vidrios del piso 47 de un rascacielos.
Edgar murió en forma instantánea, y en cambio Alcides se recupera acompañado por su esposa, Rosario y sus tres hijos.
Sufrió graves daños en el cerebro, la médula, los riñones y el abdomen, y se rompió las dos piernas, el brazo derecho y las costillas. Pero tras varias operaciones, y justo para navidad, recuperó la conciencia y se espera que vuelva a caminar.
"Si usted cree en los milagros, este es ciertamente uno de ellos", dijo el cirujano Phillip Barie, del Hospital Presbiteriano donde está internado Moreno.
"Cuando los obreros caen desde más arriba que el piso 10, la mayoría de las veces ni siquiera los vemos, porque van directo a la morgue", dijo.
"Esto está a la altura de las historias de quienes sobreviven a la caída de un avión", agregó.

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